10 abril, 2007

Sin más

Aprovecho cuando duermes para levantarme a escondidas y hacer para ti un mundo donde nunca te sientas solo. Te miro tumbado, acurrucado entre las sábanas, durmiendo mientras sueñas quizás con aventuras nuevas, mares, espadas, montañas. Quizás con alguien. Quizás conmigo… De veras que mi amor me invade por dentro y quisiera explotar porque ya no me cabe. Aunque eso no valga porque, aún así, no serviría para contener todo lo que siento. Y me pregunto de qué sirve amar tanto. Y también me pregunto qué haré cuando te despiertes. Me decanto entre besarte con dulzura o decirte que te amo. Me limito a acariciar tu espalda. Esa espalda… Me confieso muy romántica. Lo sabes. Me avergüenza que me digas esas cosas tiernas mientras me miras a los ojos, pero me encanta. No dejes nunca de decirme que soy la causante de tu felicidad, que nadie más que yo tiene tu corazón y que tu deseo por mí aumenta cada día. Mi amor… Seguiré preparándote escapadas a sitios que nos lo ofrecen todo. La intimidad de estar solos. ¡Mataría por cada una de las sonrisas que me dedicas! Me derrito cuando me miras y sé que ves en mí todo lo que necesitabas. Como yo lo veo en ti. Es tan simple y tan fácil amarte. Sale solo y crece y crece, y no lo soporto del todo, porque me asfixia ese sentimiento y me quita el aire. Y te adoro. Te juro que no sabía lo que era la vida hasta que entraste en ella. Y prefiero mil vidas sintiendo esto tan solo un segundo, que una sola sin sentirlo. Lucharé para que no te desilusiones teniendo lo mismo día a día; para conseguir mirarte de mil maneras y se refleje en mis ojos lo distinto y maravilloso que es estar a tu lado. Simplemente te amo. Tanto. Tanto… Que nunca será suficiente. Al menos para mí. Porque lo demás da igual, eso es lo que quería decirte. Todo da igual si no estas tú. Y si estás también. Tú y yo. Ambos. Ya sé que haré cuando te despiertes: Me acurrucaré a tu lado y miraré cómo te despiertas. Cada gesto, cada movimiento. Cogeré tu mano y la besaré con los ojos cerrados. Calmaré estas lágrimas que caen empujadas por la fuerza de lo que llevo en mí atrapado. Y te diré “Hola”. Simplemente. Y seguiré a tu lado. Que dure lo que quiera durar. Yo ya te amo. Y estaré lo máximo que me dejes estar. Contigo. Tal vez para siempre….