Balanceo
Cuéntame. Dime por qué no me advertiste que esto podía pasar. Simplemente me dijiste que sintiera el viento en mi cara, acariciándome. Me dijiste que volara a través de todas las inclemencias que pudieran impedirlo. Subir y bajar, notar que estoy ahí, balanceándome, mirando a través de todo y de mí. Agarrarme fuerte para no caer, pero soltarme de vez en cuado para sentir mucho más… Arriesgarme. Y así lo hice.
Dime. Por qué me preguntaste qué me parecía. Notar las caricias etéreas, de mundos distintos y del mío propio. Brisa de mundos lejanos. Aire con olor a sabio, con certeza de haber vivido, con energía diferente. Con sopor de río que cala hasta los huesos, penetra en el alma y hace que te sientas atrapado sin saber por qué de algo desconocido… Y me haces respirar. Y yo me dejo llevar... Pero no me dijiste que al subir muy alto, podría dar la vuelta y caer asustada. No me dijiste que esa sensación te invade y te cubre y se ve el mundo diferente… Y no me dijiste que me sentiría vacía, al parar mi columpio... tan solo un instante...
2 Comments:
A veces en la vida surgen ciertas cosas para las que nos estamos preparadas pero somos fuertes y nos tenemos las unas a las otras. Me ha gustado tu escrito, mamar. X cierto, a ver cuándo publicas la segunda parte de "el vuelo de Noa". un bezazo, bella
Disfruta de las atracciones de la vida, no pienses el el columpio, porque a lo mejor el columpio que esperas... está vacío.
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