19 mayo, 2007

Letras a mi Padre

Hoy no es un día triste para mí, tan solo lo empecé con mal pie, con una mala sensación de desidia en mi corazón. Será que la incertidumbre no le sienta bien al alma. A la mía por lo menos. Me levanté y respiré, como todos los días. No le suelo prestar importancia a lo que la tiene y sí a lo que en apariencia es insignificante. Así que miré más las sensaciones que los acontecimientos y me siento orgullosa de decir que hoy he tenido la mejor de todas, o por lo menos, la más esperada.

Hoy he leído a mi padre. Parece tonto, absurdo e incluso imposible. No se puede leer a la gente, al menos no con palabras y menos a miles de kilómetros. Es solo que, en menos de un minuto, leí algo que él escribió y me sentí conectada a él. Unidos. Tan parecidos… Que emociona y duele. Y lloro. Soy feliz. Él es mi Padre.

De verdad que lo que escribió no es para tanto, al menos para el resto del mundo que nada conocen de él. Pero para mí… Para mí es una caja de Pandora abierta escasas veces y siempre de maneras distintas. Que estamos unidos y que nos queremos, eso es sabido en una relación sanguínea. El alma es otra historia. Me gusta escribir. En realidad me encanta. Los infinitos derroteros de la palabra escrita son para mí como tesoros a los que no sé si tengo alcance, pero que seguro moriré por intentar agarrarlos un instante. O verlos de lejos. Aún así, que me pille trabajando. La literatura me ha conquistado… Y me ha emocionado ver, por escrito y de manera simple y profunda a la vez, que siente como yo, que vive como yo y pienso igual que él. ¡Os juro que da miedo! Verme tan parecida y tan distinta. Me he sentido embriaga por el placer de saber que siempre aprenderé algo nuevo de él, de su sabiduría, experiencia y vejez. Me gusta pensar que él también aprende un poco de mí, aunque sea demasiado cascarrabias para aceptarlo. El corazón siente en todas las edades y él mío siente a una escala que no me cabe. Debo aprender a catalizar. Todo es cuestión de dosis, eso siempre lo dice mi padre…

Le quiero. Nunca se lo digo lo suficiente. Creo que siempre es más fácil admitírselo a otros que decírselo a quién lo provoca. Ese es mi caso. Me cuesta decir lo que para mí es obvio. Y por lo que veo, nos cuesta un poco a todos… Aprenderé con los años, como él lo ha hecho, porque lo he leído en su carta. Cometeré errores y aprenderé a afrontarlos y superarlos, para no mirar atrás ni retroceder para coger impulso. Él quiere que yo sea libre y fuerte. Y no sabe que fue su libertad la que me hizo libre a mí. Y sus debilidades las que me hacen fuerte. Se lo diré algún día. O que lo lea cuando me sienta con arrugas suficientes para mostrárselo. Mientras tanto, tan solo quiero volver a ser esa niña con mofletes y mil sonrisas, que idolatra a su padre.

Papá: sin ti nunca hubiese sido lo que soy. Y por ti, seré lo que siempre has querido ver en mí. Tu orgullo por mí me hace avanzar. Espero que sepas que mi amor y agradecimiento hacia ti, no es algo que se pueda pagar. Gracias. Sigue creciendo, yo lo haré también a tu lado. Te quiero.

5 Comments:

At 5/19/2007 9:16 p. m., Blogger Jacar said...

Ese es mi padre y solo mi hermana sabria expresar lo que todos los hijos de mi padre sentimos en realidad......
Te kiero papa...

 
At 5/23/2007 1:58 p. m., Blogger Phantom said...

Esas plabras son las que faltaban por plasmar desde que abriste el blog. Se te llena la boca cada vez que tienes la palabra "papá" en ella, como si no pudiera contener tanto sentimiento en esas cuatro letras (o cinco en el caso de "padre", pero viene siendo lo mismo). La verdad es que me enorgullezco de que sientas algo así, es como si todos pudiéramos, tuviéramos que disfrutar de tu sentimiento hacia él. Somos pocos los afortunados que podemos gritar al mundo que nos enorgullecemos de lo que cada día, cada mirada, cada apoyo, cada abrazo... nos han dado nuestros padres sin pedir nada a cambio. Orgullo.
Un beso enorme mi niña

 
At 5/25/2007 7:26 p. m., Anonymous Anónimo said...

Creo que los padres son casi imprescindibles en nuestra vida, por lo menos en la mía, sin ellos me sentiría coja, y es bonito ser capaz de darse cuenta de ello, de que están siempre ahí aunque a veces no les veamos o no le queramos ver, de que nos "empujan" cuando no nos sentimos capaces de hacer algo, y de que nos quieren como si fuéramos sus propias entrañas, y yo creo que lo somos. Un saludo a todos y a todos vuestros padres.

 
At 5/28/2007 11:46 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hoy he leido algo que me ha inspirado, he sentido que las palabras por fin volvían a tener algo más que significado; éstas regalaban sensaciones. Durante un rato sólo he querido seguir leyendo, pero como siempre he terminado despistandome de lo que de verdad me importaba; y es que es tan grande la costumbre de no atender a sólo una cosa, que mi mente en la estúpida inercia que la posee, va de salto en salto buscando tareas inacabadas, y da igual que deban ser resueltas o no, terminan contagiandome por completo, y el centro es el cómo o el cuánto y no el qué... qué triste es perderse tantas cosas sin comprender por qué, sin realmente saber si estuvo en nuestra mano la posibilidad de disfrutarlo, cómo hubiera
sido... ¿Aún me espera alguien que me devuelva a las noches en las que no hago más que navegar por la cama sin conseguir apagar la mente, pero a la vez agradeciendo no conseguirlo? ¡Y es que es tan maravilloso estar imaginando situaciones perfectas que te dieran los momentos de felicidad que el corazón ansía! Hoy he podido pararme a disfrutar de leer, y debo decir que lo he hecho, he vuelto a mirar hacia donde guardo aquello que para mi realmente importa, y no quiero olvidarme de que sólo cuidando de mi "aire", valdrá la pena ser feliz arrastrado por la incercia cotidiana.

 
At 10/11/2007 11:10 p. m., Blogger Gloria said...

Niña!, ¡qué bonito!, Cuando seas madre te gustaría leer algo así de tus hij@s... no hay mayor satisfacción en la vida que descubrir lo importante que eres para tus hijos... Besos guapa!

 

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